Zacatecas suena bien


Zacatecas. Vocablo náhuati que significa “habitantes de la tierra donde abunda el zacate” y que evoca un lugar casi desconocido para nosotros pero que es unos de los Estados más atractivos para visitar en Méjico. Los zacatecas o zacatecos conformaban un grupo chichimeca que hasta la llegada de los españoles habitó la región circundante al cerro de La Bufa.

 Su “Capital” recibe el mismo nombre que el conjunto del Estado y ella refleja todo un recuerdo a las pasadas épocas Coloniales, pero que ha sabido conjugar su recuerdo al pasado con un presente lleno de contrastes.

 Fundada en 1546 por el Explorador Vasco Juan de Tolosa, se encuentra situada entre las laderas de diversas colinas, (El Cerro de la Bufa, el Cerro del Grillo, el Cerro de la Virgen y el Cerro del Padre), que destacan entre las llanuras del interior de Méjico. La geografía le otorga una gran riqueza cultural, que se observa inmediatamente al recorrer las calles adoquinadas de la ciudad. Su Centro Histórico fue declarado por la UNESCO en 1993 “Patrimonio Cultural de la Humanidad”. Debido a su riqueza mineral (principalmente plata) y los fuertes ingresos a la Corona Española, en 1585 recibió el título de "Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora de los Zacatecas" y su correspondiente escudo por parte del Rey de España Felipe II.

 Destacan como construcciones representativas de la ciudad el Teatro Calderón, el Mercado y la Plaza de Toros San Pedro (hoy convertida en hotel), también es famosa por su arquitectura barroca, representada por la fachada principal de la catedral y sus dos torres, así como los retablos de los altares laterales del templo de Santo Domingo.

 Mención aparte merece el Convento de San Francisco, cuna de la avanzada de la evangelización al norte de Méjico y al Sur de Estados Unidos, cuando los Franciscanos, en el siglo XVII, adoptaban desde aquí todas las acciones para llevar la palabra de Dios en esta parte del nuevo mundo. A día de hoy se ha convertido en un moderno centro de arte del que forma parte el Museo Rafael Coronel y su gran colección de más de 3000 mascaras.

 La gastronomía zacatecana es exquisita y está representada por el llamado “asado de boda”, indispensable en celebraciones, además de él encontramos barbacoa, enchiladas zacatecanas, queso fresco y asados. Igualmente son tradición popular las cenas con pozole, gorditas (de maíz, de trigo, de cuajada), tacos, tostadas de cueritos, chicharrón de “vieja” prensado, todo ello acompañado de aguamiel y mezcal. En cuanto a repostería, la región cuenta con queso de tuna, dulces de leche y de calabaza, biznaga, chilacayote, ates, y en cuaresma la capirotada como postre principal.

 Los lugares idóneos para probar estas viandas son muy diversos y se encuentran todos ellos decorados de una forma tal, que la comida se convierte en una gran experiencia Zacatecana. Entre ellos destacan “Los Dorados de Villa”, “Hacienda del Cobre”, “Santo Cabrito” y “Taquería Wendy”. Mención aparte merece “La Acrópolis”, debido a sus vistas sobre la Catedral y a la variada colección de litografías y dibujos que decoran sus paredes.

 La oferta Hotelera es muy variada y completa, destacando el Hotel “Quinta Real” (construido aprovechando la antigua plaza de toros, lo que le confiere un atractivo único), Hotel “Emporio” (frente a Plaza de Armas y Catedral y con arquitectura Barroca), “Santa Rita” (con hermosas vistas desde su terraza y obras de artistas Zacatecanos) y “Mesón de Jobito” (de estilo Colonial).

 Se puede admirar el pueblo desde un teleférico que cruza el centro desde el Cerro de la Bufa (donde se ubican tres magníficas estatuas ecuestres, la de los Generales Francisco Villa, Pánfilo Natera y Felipe Ángeles, el Observatorio de La Bufa así como el Mausoleo de los Hombres Ilustres) hasta el Cerro del Grillo, se puede conocer el interior de una mina la cual ya no está en funcionamiento y que cuenta con un bar / sala de espectáculos (allí llamados Antros) en su interior. Así mismo, dispone de una gran cantidad de museos interesantes que enriquecen al visitante en cultura y conocimiento, como pueden ser el Museo Rafael Coronel, el Museo de Arte abstracto Manuel Felguérez, el Museo Zacatecano y el Museo Francisco Goitia.

 Fuera de la Capital y camino de la ciudad de Guadalupe, podemos encontrar la Zona Arqueológica “La Quemada”, que fue originada y construida por los integrantes de la cultura de los Chalchihuites, pueblo de origen precolombino y que principalmente se dedicaban a la actividad ganadera. En ella, se puede admirar una gran cantidad de edificios construidos sobre terrazas artificiales en la ladera de un cerro, el material de construcción es piedra laja y barro. Al igual que la mayoría de las zonas arqueológicas precolombinas, dispone de una zona para “juego de pelota”, un gran “salón de columnas”, una “pirámide” y diversas construcciones destinadas a alojamientos.

 En la parte más elevada del cerro se encuentra lo que se ha denominado "La ciudadela", en la que se pueden admirar vestigios de una pequeña pirámide y una plataforma, circundadas por una muralla de más de 800 mts. de longitud.

 Dispone igualmente, de un Museo que fue abierto al público en 1995. Su diseño arquitectónico fue concebido y realizado del tal forma que pudiera integrarse a los entornos del paisaje y de la zona arqueológica, sin afectarlos visual ni físicamente. En su contenido se presenta un panorama de la evolución arqueológica de la región, ofreciendo algunos elementos informativos sobre las principales culturas prehispánicas. También se exhiben reproducciones de dibujos de estructuras del sitio, una maqueta panorámica ilustra toda la zona y sus respectivas estructuras. También cuenta con una sala de proyecciones en la que se presenta un documental sobre la historia de los sitios mencionados y del contenido del mismo museo.

 Otra Ciudad interesante en el Estado de Zacatecas, es la llamada “Jerez de García Salinas”, localidad cargada de tradición, belleza y sabiduría, lo que le lleva a otorgarla con la distinción de los llamados “Pueblos Mágicos”. Fundada a fines de 1569 por el extremeño Pedro Carrillo Dávila, Pedro y Cristóbal Caldera y Martín Moreno. De forma oral, se comenta que la primera Misa fue celebrada el domingo 23 de enero de 1536, cosa que es incierta, pues ese día no fue domingo, como se puede ver en los antiguos anales. El valle donde se situó la villa sí estuvo poblado por españoles desde la mitad del siglo XVI, pero la villa en sí fue fundada definitivamente en 1569.

 Uno de sus ilustres hijos fue el escritor Ramón López Velarde, llamado “cantor de la patria”, y que nació en esta localidad en 1888. Muere en 1921 dejando un importante legado literario.

 Otro personaje originario de Jerez fue Francisco García Salinas, gobernador y constituyente de ideas centralistas y conservadoras. Siendo gobernador del estado, funda un instituto literario, que es antecedente de la actual Universidad Autónoma de Zacatecas. En su honor la ciudad de Jerez recibió su nombre actual.

 Entre los atractivos de que dispone la ciudad, destacan el “Teatro Hinojosa”, perfecto corral de comedias al estilo castellano con capacidad para 472 personas y cuya construcción se inició en 1869, la “Casa Consistorial”, edificio equipado con un majestuoso Claustro y que hoy en día alberga multitud de dependencias municipales. Religiosamente hablando y como no podía ser de otra forma, dos iglesias son el claro exponente de la presencia Española conformada por la “Parroquia de la Inmaculada”, cuya construcción se inició en el año 1728, y el “Santuario de Nuestra Señora de la Soledad” y que es una reconstrucción del antiguo templo de San Miguel.

 Destaca también la “Plaza Tacuba”, antigua plaza mayor y donde tuvo lugar la primera misa en la ciudad, hoy convertida en un modélico y limpio parque y que durante muchos años albergó el tradicional mercado, hoy desplazado a otro punto de la ciudad.

 Todo lo explicado anteriormente es razón más que suficiente para visitar Zacatecas, aunque hay mucho más que apreciar y ver. Por todo ello “Zacatecas Suena Bien”

 

Texto: José Muñoz Mora

Fotos: Montserrat Velasco