Sani Lodge. Aventura Amazónica en Ecuador


Verde, frondoso, misterioso. Pulmón de nuestro planeta. Hábitat de pueblos indígenas como los kichuas y los waorani. Hogar de casi tres mil especies de árboles y arbustos, seiscientas especies de aves y cien mil especies de insectos por hectárea. Es el bosque húmedo del Parque Nacional Hasaní, Reserva de la Biosfera y lugar donde se asienta el San LODE, el corazón de la Amazonía ecuatoriana.

 

Tres viajes a FITE Ecuador, una de las Ferias de Turismo más importantes de los países latinoamericanos, dan para muchas visitas y excursiones. Desde las islas Galápagos a la cultural Cuenca. Desde las aguas medicinales de Baños a la capital del país, Quito. Desde la travesía de los Andes en un destartalado autobús a la más espectacular obra de la ingeniería ferroviaria, popularmente conocida como “La Nariz del Diablo” . Pero nunca había tenido la oportunidad de acercarme a la amazonía ecuatoriana, al decir de muchos la más respetuosa con el medio ambiente, la riqueza cultural de su área geográfica y la biodiversidad. Para ello solo tenia que llegar al Sani Lodge, uno de los escondidos y alejados resorts que la comunidad kichua explota en régimen de cooperativa por los distintos miembros de la comunidad en el interior del mágico y misterioso lago Challuacocha, de aguas tranquilas y oscuras , donde amaneceres y puestas de sol constituyen uno de los muchos espectáculos que nos esperan en nuestra estancia de cuatro días en una de sus diez cabañas , todas de madera, confortables , con baños idénticos a los de un hotel de cuatro estrellas, cómodas camas con sus correspondientes mosquiteras y un pequeño ejecito de bichos , tan inofensivos como asustadizos, que pululan a sus anchas por los muebles de la habitación, pero que huyen aterrorizados cuando entras en la misma y das una pequeña patada en el suelo . Son los inconvenientes de un lugar donde no nos funciona el móvil, la luz solo se enciende cuatro horas al día y la contaminación es cero, pues solo se puede acceder al Sani a través de canoas de remo que empujan suavemente los indígenas que también ejercen la función de guías . Un rustico embarcadero, donde siempre hay canoas preparadas para realizar excursiones , una cabaña bar que hace las funciones de observatorio para disfrutar de las maravillosas puestas de sol con un Martini en la mano y otra cabaña muy similar donde se sirven los desayunos, comidas y cenas , es el pequeño universo de este alejado lugar de la civilización .

 

A las cinco y media de la mañana nos despierta el sonido de una campanilla. Hay que actuar con presteza, pues la luz se corta a los treinta minutos. Tiempo justo para el aseo diario. Tras un abundante desayuno, comienzan las diversas caminatas por el interior de la selva amazónica de una o varias horas de duración en función de lo queramos ver. El primer día, elegimos caminatas cortas que nos permiten observar el interior de la selva con sus diversas plantas y pequeños animales. El “Sendero del Águila” transcurre por una zona muy frondosa y húmeda de difícil transitar en la que nuestro guía nos enseña las distintas plantas que tienes efectos medicinales, como las raíces rojas del árbol “grande moral “ que curan los tumores , o el liquido que mana del tallo cortado del “chuari”, ideal para cicatrizar las heridas . También conocemos el “yaguaticate” y el “caña agre” , perfecto para frenar las diarreas , y el importante “uambula” imprescindible para minimizar las picadas de los insectos, que los hay a miles . Menos mal que vamos bien provistos del anti mosquito que hemos adquirido en San Francisco de Orellana , más conocida por Coca, capital de la amazonía ecuatoriana y punto de partida de nuestra aventura . Observamos con cierto temor un pequeño ejército de las temibles, enorme y rojas hormigas “konga”. Su picadura es muy dolorosa y dura 24 horas, aunque a grandes males, grandes remedios. El guía nos muestra una planta que responde al nombre de “mandi-lalu” que elimina el dolor de la picadura de “konga” en una hora. El segundo día viajamos al poblado de la comunidad donde se ubica la “escuela” con varias clases y siete profesores , una casa de madera especie de bar donde podemos conseguir una cerveza, el pequeño edificio de la cooperativa de cacao, el dispensario médico, el campo de futbol y una gran barraca que denominan casa-comedor, donde nos invitan a degustar la cocina que en una rustica barbacoa elaboran un grupo de mujeres de la comunidad kichua . Probamos la piraña con palmito, plátano madura asado y granos de cacao a la plancha, todo ello regado con “chicha”, bebida a base de yuca y “camota”. Pero ni Miguel el fotógrafo, ni quien esto firma, nos atrevemos con uno de sus manjares predilectos “pinchos de gusanos de palma de moreta “ que también se pueden comer crudos. El tercer día lo dedicamos a silenciosos paseos en remo , niebla baja, pesca de pirañas, torre de observación de más de treinta metros de altura para una visión de la selva a vista de pájaro con el estruendo y griterío de los monos aulladores como sonido de fondo . Y todo ello, salpicado de cortas excursiones como la del “saladero de los loros” en el río Napo, donde miles de loros se dan cita diariamente parea tomar su ración de alimento mineral o la excursión nocturna para observar todas clase de pequeños animales y los caimanes , dueños a esas horas de las orillas de las aguas que bañan el Lodge .

 

Una aventura a recordar y recomendar .

 

SALVAR LA AMAZONIA

El gobierno de Ecuador ha creado el proyecto YASUNY-ITT , una iniciativa que tiene como objetivo mantener el petróleo existente en estos territorios bajo tierra sin extraer, unos 846 millones de barriles de petróleo , siempre y cuando se cuente con el apoyo económico y el esfuerzo conjunto de la comunidad internacional . En resumen , compensar al país ecuatoriano con el 50 % de los ingresos que se obtendrían si el petróleo fuera explotado normalmente . De esta forma se protege al medio ambiente,mejora la calidad de vida de la a población amazónica y se potencian los proyectos de energías renovables en Ecuador .

 

Texto: Mariano Palacín